"El tanatorio y las salas de velatorio son necesarios"

Antonio Díaz
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Julio Jiménez es el gerente de Mortualba SCL, la empresa concesionaria del Tanatorio Municipal de Albacete. Cumple 30 años de prestación de este servicio que se ha convertido en esencial, en un sector que ha experimentado grandes cambios

Julio Jiménez es el gerente de Mortualba SCL. - Foto: Rubén Serrallé

Mortualba SCL, la empresa concesionaria del Tanatorio Municipal de Albacete, cumple 30 años. Su gerente, Julio Jiménez, valoró la andadura, así como los cambios en el sector estos años.  

Cumplen 30 años.

Empezamos en 1992, pero comenzamos a funcionar en 1993, el 1 de agosto, cuando el Ayuntamiento de Albacete puso en funcionamiento el Tanatorio y Crematorio.  

¿Cómo fueron los inicios?

En los inicios, las instalaciones contaban con tres salas de velatorio, pequeñas, y un horno crematorio que era pionero en aquel entonces, de la firma Atroesa, y la verdad es que era el único que había en Castilla-La Mancha, entonces, realizábamos cremaciones de parte de Ciudad Real y Cuenca.  

Son una empresa concesionaria.

Sí somos una empresa concesionaria y hacemos la gestión de servicio público de tanatorio, crematorio y entierros en los cementerios de Albacete, los domingos y festivos y, en las pedanías, todo el año. Somos una empresa totalmente independiente  del sector funerario y de las compañías de seguros, con lo que se garantiza una total independencia. Trabajamos diariamente con ellos, la relación es cordial con todo el sector, que es muy profesional, el que hay en Albacete, pero no tenemos ningún tipo de vínculo. Esa fue una de las indicaciones que el Ayuntamiento hizo en su día. Las indicaciones del Ayuntamiento siempre han tenido que ver con la independencia  y  luego, el trato personal a las familias, el mejor posible. Tanto la dirección del Servicio, como los distintos concejales que hemos tenido, han hecho hincapié en el mejor trato a las familias, así como la preparación. 

¿Han crecido mucho?

Comenzamos cinco socios, con una persona trabajadora en el servicio de limpieza, y seguimos los cinco socios, y hemos pasado de tres salas de velatorio y un horno, a 12 salas de velatorio y dos hornos crematorios. Uno de ellos se puso por el  tema de la pandemia, y una plantilla de 15 personas.   

¿Es una ventaja esa independencia de la que habla?

Yo creo que sí. En otras ciudades, el servicio puede ser tan bueno o mejor, pero puedes mirar, como es lógico, por tu gente, por tus asegurados, en líneas generales.  Pero sí creo que la independencia, en este caso, hace mucho. 

¿Cómo ha sido la evolución del sector en estos 30 años?

La evolución ha sido extraordinaria. Los inicios en el tanatorio, cuando teníamos las tres salas, costaba mucho que los familiares llevaran a los familiares al tanatorio, lo veían como algo extraño y hoy, está totalmente implantado el servicio, tanto en las grandes ciudades como en el pueblo más pequeño. El tanatorio y las salas de velatorio es un servicio totalmente implantado y todo el mundo ve que es algo necesario. Con la cremación pasó lo mismo, el primer año tuvimos 16 cremaciones, porque la gente era muy reacia y hoy estaremos rondando ya el 48, 49 por ciento. En Albacete estamos muy cerca de las 10.000 cremaciones en estos 30 años, así que la evolución es muy grande. El sector no para de evolucionar, porque nosotros, en Mortualba, llevamos casi 20 años realizando cursos de todo tipo, desde tanatorio a atención a los familiares, pasando por  atención psicológica. Se hacen en el Tanatorio Municipal, colaborando las empresas del sector, con el fin de estar preparados para todo.  

Lo más importante, ¿la atención?

Lo más importante es que la gente, en esos momentos tan duros, esté totalmente atendida y asesorada, a todos los niveles. Desde luego hay un abismo entre la muerte de un ser querido ya mayor, a las muertes violentas, son tragedias muy fuertes y es el servicio más duro.   

¿Cómo son las instalaciones hoy en día?

Las instalaciones son bastante acogedoras y funcionales. Hubo una tendencia, a finales de los años 70 y los 80 al lujo, pero la sociedad se dio cuenta que para despedir a un ser querido, no necesitas grandes lujos, sí que necesitas funcionalidad y buena atención y creo que lo hemos logrado. En cuanto a velatorios, se han superado los 32.000 en 30 años. Si hablamos de los enterramientos, desde 1994, Mortualba ha realizado más de 4.500 también. Los primeros años, el Depósito Judicial estaba en el Tanatorio Municipal y recibíamos fallecidos, era el más duro a nivel psicológico y se realizaron más de 1.000 autopsias. Ya no tenemos ese servicio, desde 2004, 2005.   

¿Qué balance puede hacer?

Muy positivo, en cuanto al servicio y su evolución, así como los medios e instalaciones, porque Albacete cuenta desde la pandemia con un segundo horno crematorio. En Albacete capital hay una media de tres fallecidos diarios y tenemos 12 salas. El Ayuntamiento tiene instalaciones suficientes y, en cuanto a cremaciones, hay capacidad para hacer siete u ocho diarias. Otro paso muy grande fue hacer, en 2009, la sala general de duelos y se hacen unos 1.000 servicios, en el 99 por ciento son católicos, por lo que se evitó la partida del cortejo fúnebre a las parroquias. Además hay un servicio de cafetería.     

La pandemia, supongo, supondría un desafío para ustedes. 

El Tanatorio Municipal, con Mortualba al frente, y el sector funerario de Albacete, hizo frente a ese gran desafío, con lo dramático de la situación. La pandemia nos marcó a todos nosotros, sin duda, es lo más dramático, con diferencia, que hemos vivido en estos 30 años. Tuvimos más de 800 fallecidos en 50 días, incluso 50 fallecidos un día, el 31 de marzo de 2020. No nos dio tiempo a pensar, a todo el sector funerario, sólo trabajar y se resolvió la situación.