Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


No ganamos para guerras

12/10/2023

El problema palestino es otro de esos fracasos de la comunidad internacional que ha sido incapaz de terciar ejerciendo unas labores de mediación capaces de aportar soluciones o al menos contribuir a que no se descarten barridas por las bombas. Es ese tipo de fracaso que situaciones como la guerra de Ucrania nos viene refregando por la cara de la humanidad desde hace muchos meses, una humanidad que cada vez se pregunta con mayor escepticismo ¿para qué sirven las instituciones internacionales? Sí, ya sabemos que las guerras sirven para que algunos ganen dinero y otros poder, pero la cuestión no es ésa, la duda está en el papel de ese mundo que contempla las guerras y en vez de intervenir para evitarlas se comporta como colegiales haciendo coro en el patio del colegio donde se pelean dos de sus compañeros.
Es triste que la guerra de Ucrania se vea desplazada de la cabecera de los telediarios simplemente por el hecho de que aparezca un nuevo conflicto con la sangre y la tragedia suficiente para arrebatarle los titulares estrella. Pero así es, sólo una guerra puede ser tan mala noticia como para desplazar de ese estrellato informativo a otra guerra. Pero desgraciadamente el drama pronto se empapa en el escepticismo de los ciudadanos de cualquier lugar del mundo, un mundo en el que no ganamos para guerras, ya sean en los parajes de Ucrania, en la franja de Gaza o en cualquier otro rincón de este desgraciado planeta, hipódromo permanente para que cabalgue ese caballo bermejo de los jinetes del apocalipsis. Mientras, las guerras siguen su curso. Las bombas, que pagamos todos, ensordecen el alma y embrutecen al hombre. Es cierto, no ganamos para guerras.

ARCHIVADO EN: Ucrania, Guerra, Gaza