Antes de comenzar este juego te advierto de que vas a pasarlo mal. Me tatuaré en tu piel y sentirás mi respiración detrás de ti, acosándote, invadiendo tu espacio, marcando tus pasos. Temblarás. Dudarás.
Seré tu peor pesadilla y conseguiré que no puedas pensar con lucidez. Tomaré el mando de tus decisiones, enmudeceré tu voz, amordazaré tu capacidad de reacción. Yo. No tú.
Caminarás acorralado, cargando las piedras que coloqué en tu mochila. Aburriré tus horas y conseguiré que tu mirada desconfíe del amanecer. Eclipsaré tu camino, soy especialista en eso. Respirarás con dificultad, dudarás de todo y no te atreverás. Te aislaré. Soy más fuerte que tú.
Desvelaré tus noches y boicotearé tus ilusiones, arrebatándote cualquier atisbo de felicidad. Teñiré de gris tus pensamientos bloqueando cualquier intento por tu pare de escapar. Ahogaré tus palabras. Descafeinaré tu vida, cubriéndola con el manto de la inseguridad, provocaré tu desesperación y tu desesperanza. Te culparé de todo y te haré responsable de tu llanto. Te amenazaré con penas devastadoras y consecuencias dolorosas.
Pisotearé tu autoestima esposándote al anonimato y a la insignificancia. No serás tenido en cuenta. Nadie se percatará de que no acudiste a la fiesta, porque para nadie eres alguien. Serás quien yo decida que seas.
Te condenaré a vivir escondido, pusilánime y anodino.
Sólo te pongo una condición, no mires atrás porque si lo haces descubrirás que no existo y entonces habrás ganado.
Firmado: el miedo.