Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Elogio del sosiego

05/06/2023

La campaña electoral de primavera ha dejado a muchas personas afónicas, crispadas, con los nervios a flor de piel. Quien más, quien menos, todos anhelábamos unos días de descanso para sosegar nuestros cuerpos y mentes. 
No va a ser posible. Cuando todavía no había acabado el recuento de votos, el presidente ha decidido convocar nuevas elecciones, como si el mejor remedio contra la resaca fuera otra borrachera. La campaña electoral de verano animará a los políticos a prometer lo imposible; a mentir y calumniar con la seguridad de que en campaña todo vale. 
En tiempos de elecciones es difícil pedir otra cosa a los partidos políticos. Pero, ¿acaso no podemos los ciudadanos votar por otros valores? Tampoco es fácil. La pseudodemocracia que entre todos hemos creado, no nos permite descansar. Los ciudadanos son conscientes de que el partido que acceda al poder no se limitará a gestionar los servicios públicos si no que se empeñará en cambiarlo todo desde arriba. 
Hoy me gustaría romper una lanza en favor del sosiego. Los políticos han de saber que nadie les ha pedido cambiar el mundo en cuatro años. Tampoco podrían hacerlo. Sería contraproducente. Lo único que conseguirían es pisotear la libertad y la iniciativa de las personas. 
El sosiego significa también acostumbrarse a pensar antes de actuar y escuchar antes de hablar. En responder al adversario empezando por valorar sus mensajes positivos y criticar sus contradicciones sin perder la calma. 
Esa capacidad de pensar, escuchar y dialogar no se improvisa. Requiere un dominio propio en el que posiblemente no hemos sido educados ni ejercitados. Desde luego, el peor caldo de cultivo, para el sosiego, la veracidad y el dominio propio son las campañas electorales.