Los resultados de las elecciones nos deben llevar a todos a unas profundas reflexiones. España sigue dividida entre la derecha y la izquierda, y la izquierda sigue dividida entre la izquierda y la extrema izquierda. La derecha también se divide. Pero la diferencia es que todos los partidos de izquierdas, los separatistas, los ex etarras, etc., están unidos en una sola cuestión: el PP no puede gobernar. Si el PSOE quiere continuar en el gobierno tendrá que aceptar las condiciones que le pone la ultra izquierda, como es BILDU, y las que le ponen la izquierda separatista como es ERC y la derecha separatista catalana como son los de Junts per Catalunya. Resulta que la derecha separatista catalana prefiere renunciar a sus principios y unirse a la izquierda catalana con tal de llevar a efecto el separatismo. En el País Vasco es peor, la derecha jesuítica y clerical del PNV renuncia a sus más elementales principios y se alía con la extrema izquierda estalinista y anticlerical de BILDU.
Sin embargo la izquierda moderada española como es el PSOE, que está al refrotillo ideológico y político con la derecha moderada española como es el PP, ni se apoyan, ni se juntan, ni se hablan.
Los separatistas nos están dando una magnifica lección de hermandad, pues tanto en el País Vasco como en Cataluña se junta la derecha con la izquierda contra España, cuando los defensores de España, -presuntos-, y más cercanos ideológicamente que los separatistas entre ellos no son capaces de acordar nada que deje fuera a sus enemigos naturales. Los dos partidos nacionales y constitucionalistas no son capaces de deshacerse de una minoría. Analicemos la suma: Junts ha sacado 392.000 votos, ERC 462.000 votos, el PNV 275.000 votos, BILDU 333.000 votos y BNG 152.000 votos. Total votos separatistas 1.614.000 votos aproximadamente, que nos van a poner las pilas a casi 25 millones de votantes no separatistas. Y todos estos separatistas que en total no llegan al 6% de los votantes nos van a estar pidiendo condiciones, dinero, concesiones políticas, referéndums, amnistías, libertad de presos que en condiciones normales los votantes de PSOE y PP nunca concederían, pero que dado que el nombramiento del presidente va a depender de ellos, seguramente se les concederán.
En otras palabras, si Sánchez accede a lo que le piden los separatistas estaría traicionando a casi todos los votantes del PSOE y por supuesto a todos los votantes del resto de la nación.
Es hora de que cambiemos la ley y exijamos un porcentaje mayor a los separatistas para entrar en el Congreso de los Diputados, que gobierna los destinos de España, y mucho más si no se consideran españoles.
Si la ley está mal hecha, ahora que tienen una mayoría abrumadora el PSOE y el PP, sería el momento de cambiarla, y si yo fuera Feijóo sacrificaría mi mayoría con tal de que el PSOE gobernase sin estar condicionado por los chantajistas y usureros de la política que nos prestan poco y nos piden concesiones desorbitadas, y todo a cambio de modificar una ley para las siguientes elecciones y para el futuro de todos los españoles. Así de fácil.