Javier López

NUEVO SURCO

Javier López


Hablando con Ana Alcaide

07/06/2023

Ana Alcaide está este año como cerrando algún círculo, en plan balance, y esta semana de Corpus vuelve a Toledo a buscar la conexión con la ciudad que le sirve de santo y seña, la ciudad que le adoptó, la que le conecta más fácilmente con lo que quiere. Aprovecho para hablar con ella sobre su círculo y sus expectativas, más allá del nyckelharpa.  Sin desperdicio:
Toledo: «Es la ciudad que me abrazó, tiene una historia que me inspira, me da tranquilidad. En el Casco es donde me he hecho a mí misma». 
Tocar en Arco de Palacio: «Es mi lugar, al principio tocar en la calle era una forma de financiarme mientras estudiaba, pero no es tanto tocar en la calle como elegir un sitio que me conecte a algo originario y puro, algo antiguo que sigue ahí. Ahora me gano la vida dando conciertos por muchos sitios y países, pero Arco de Palacio es lo inalterable, lo originario, lo esencial, y es un acto de agradecimiento con Toledo. Para mí es muy importante poner mis dones o mis talentos al servicio de la gente, compartirlos. Asumo la música como un servicio a los demás. Está claro que la conexión que tienes con la gente en la calle no la puedes tener en un escenario, la calle es como una pincelada de lo que luego despliegas en un escenario, una inspiración para el que pueda pasar por allí».
Música comercial: «Yo ya he asumido que la música que hago tiene la cabida que tiene en el mundo en el que vivimos, no puede conectar con los valores dominantes. Mi música es de raíz, innovo desde lo tradicional. Creo que la música tiene mucho que ver con el autoconocimiento y la espiritualidad. No me sale hacer música para entretener o para que la gente baile, yo no lo vivo así. Por supuesto, al final te tienen que salir las cuentas, pero para mí la abundancia no tiene solamente que ver con tener dinero. Me han escrito de Got Talent algunas veces, pero yo no quiero ser un producto para el entretenimiento, no me interesa la popularidad por sí misma sino como consecuencia de algo».
En la era digital: «Ya no se venden discos, eso ahora es una minimísima parte. Todo se consume en digital. La música en sí misma ha perdido valor. Lo que se impone es asociarla a una imagen, a una experiencia, tener la producción en Spotify que ya se encarga esta plataforma de colocarte la playlist  para viajar o para barrer la casa. En Spotify el tema mío más escuchado es uno instrumental, Elenion, y lo han colocado en la lista de Spanish Classic Guitar».
Espiritualidad: «No creo en la religión. Estudié en un colegio de monjas pero no creo en el dogma católico, pero sí siento que hay una inteligencia superior que le da sentido a todo. La vida debe ser un proceso de ir soltando y confiando. La libertad no es decidir si te vas de vacaciones en abril o mayo, eso es una libertad de plástico.  La verdadera libertad es elegir cómo vas a reaccionar ante las cosas que te pasan, se trata de vivir desde el amor y no desde el victimismo. Es elegir bien las gafas que te pones para mirar la realidad"
La actualidad: "No leo ni veo muchas noticias. Lo que hago es escuchar partes astrológicos. Me aficioné a la astrología en la pandemia y comencé a hacer cursos online. Me clarifica más escuchar a los astrólogos que ver un telediario, que todo al final es un teatro. La astrología evolutiva es una herramienta fantástica para empoderar al ser humano».
España: «Me encanta nuestro país, y me parece muy curiosa la impregnación de catolicismo, eso tan folclórico de que la Guardia Civil vaya en la procesión tiene en parte su encanto. Cuando te vas fuera te das cuenta de lo genial que es vivir aquí».
Ana Alcaide es una mujer peculiar, ecléctica, de los públicos que le han disfrutado le llama la atención el de Indonesia, «que aplaude cuando le gusta algo, espontáneamente, y luego igual cuando terminas no hace nada». El feminismo mejor, asegura, es el del ejemplo, «sin victimismo y valorando las diferencias que enriquecen y que son belleza». Anda ahora promocionando su última obra, Ritual, enraizada en la mística persa y anuncia vuelta a los orígenes en el próximo. Tomando como punto de partida su núcleo originario e inalterable lo mismo se te aparece como una musa medieval de inspiración sefardita o te puede llegar a recordar un icono fotográfico de Pop Art tras unos días de viaje por Estonia con concierto en Tallin, imagen de Ana Alcaide tal que Debbie Harry en sus mejores tiempos. Es ella como una chamana de las músicas de raíz con proyecciones diversas y aún no del todo conocidas. La música como servicio, dice.