Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


El reloj deportivo

29/09/2023

Recuerdo un eslogan publicitario que afirmaba que no pesan los años, sino los kilos. Esto sería muy razonable si no fuera porque el peso y la cronología suelen estar entrelazados en una especie de círculo vicioso. Así me lo ha hecho ver mi médico por enésima vez, para enseguida recomendarme que empiece a hacer ejercicio de inmediato si no quiero verme abocado a una vejez dolorosa y tremebunda. Como estoy convencido de que los gimnasios son antesalas del infierno, he decidido crear mi propia rutina de ejercicio lejos de esos antros de sordidez. Así pues, sí al ejercicio regular y sistemático, no a los aparatos de tortura y el olor a entrepierna transpirada. Tan convencido estoy que hasta me he comprado uno de esos relojes deportivos que ayudan a medir y organizar el ejercicio realizado. El aparato es bastante completito para su precio. No solo te dice si estás andando, corriendo, nadando o montando en bicicleta, sino que te felicita cuando has alcanzado los objetivos que te has fijado para cada día. Ahora no tengo más que mirar mi reloj para saber si estoy caminando, y no dudo que, si algún día me da por echar a correr o por tirarme a la piscina, el dispositivo me lo indicará también por si acaso no me he dado cuenta. En cuanto a la recompensa por las metas alcanzadas, ésta consiste una animación en la que aparece una zapatilla deportiva rodeada de estrellas, acompañada de un mensaje motivador que eleva al instante mi estado de ánimo y mi deseo de perseverar en el esfuerzo. Creo que ha sido una buena compra. De hecho, estoy pensando en regalarle uno igual a mi médico, a ver si un día le da por predicar con el ejemplo y me lo encuentro trotando por ahí, que lo veo un poco mayor y achacoso al hombre.

ARCHIVADO EN: Bicicletas