Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


Gamberradas

03/11/2023

Hay quien me acusa de tener una vena gamberra, y no seré yo quien lo niegue. Dicha opinión ha sido formulada por fuentes autorizadas, como por ejemplo mi madre, mi suegra, varios compañeros de trabajo y hasta el propio director de este diario. Sin ánimo de presumir de lo que no admite sino censura y reproche, quiero mencionar una lectura pública que hice hace poco tiempo en una conocida librería de nuestra ciudad. Se trataba de un fragmento de un relato, pura ficción, pero las reacciones del heterogéneo público que llenaba la librería me hicieron temer que más de uno estuviera interpretando lo que leí como un pasaje de mi vida privada. De otro modo, no se comprende la frialdad y el rechazo que noté a mi alrededor cuando el acto literario hubo concluido. Y aun así, me resulta muy difícil dejar pasar una buena ocasión de escandalizar al respetable. En eso creo que sigo la tradición de mis amados Monty Python, como aquella ocasión en que el genial John Cleese aprovechó el elogio fúnebre de su amigo y compañero Graham Chapman para dar algunas de las muestras más feroces de su sentido del humor («Fui el primero en decir «mierda» en la BBC, y ahora quiero ser el primero en decir «joder» en un funeral»). Sin llegar a ese extremo, quiero rememorar una gamberrada en concreto de la siempre me he arrepentido, lo que demuestra que no carezco completamente de escrúpulos morales. En concreto, fue aquel Día de los Inocentes en que llamé por teléfono a mi pobre padre haciéndome pasar por un inspector de Hacienda, lo que estuvo a punto de acortar su vida en 30 años. Puede que intente algo parecido como susto de Halloween, pero hasta el próximo viernes no les podré confirmar si la cosa se me ha ido de las manos y alguien se ha decidido por fin a partirme la cara.

ARCHIVADO EN: Censura, BBC, Halloween