Pedro J. García

Pedro J. García


El entrenador

16/02/2024

La figura del entrenador es una de las más delicadas en el fútbol, porque es el que más aficionados tiene y, dentro de cada uno, hay un míster. La mayoría de esos seguidores hemos jugado al fútbol, con carreras tan cortas como el ancho de un campo. En mi caso, tenía un gran punto a mi favor, que soy zurdo, y ya saben que esos jugadores cotizan más, pero pocas cualidades más puedo añadir, por lo que me encuentro en el nutrido grupo de futbolistas frustrados que ahora, como aficionado, juega a ser entrenador.
El título lo conseguí por la vía de creerme que tantas y tantas horas de fútbol vistas me lo concedían de forma moral, por lo que, como muchos aficionados, en este caso del Albacete Balompié, creo que sé más que Rubén Albés, el míster que la temporada pasada era elevado a los altares. 
El entrenador de verdad, el que tiene el título y ejerce, es el que trabaja a lo largo de la semana con los jugadores y sabe lo que tiene en su casa. Los que jugamos a ser entrenadores vemos los partidos y esos 90 minutos son los que nos sirven para hacer nuestro juicio y comenzar a señalar a jugadores que, cuando el equipo va mal, como es el caso del Albacete este año, son más que cuando las cosas funcionan.
A estas alturas, los que jugamos a ser entrenadores, ponemos más el foco en los jugadores ofensivos y tenemos un par de señalados a los que nos cuesta ver en el 11 titular, quizás porque nos duela ver que un buen partido, como el que se jugó en Valladolid, acabase sin goles.
De todas formas, creo que ahora es el momento de que los albacetistas cambiemos el chándal y el silbato de entrenador por la camiseta de aficionado.