Paco Mora

Paco Mora


El despertar

08/05/2021

No es cosa de andar buscando quien es el autor de aquella frase que decía que «el problema de los españoles es que la mayoría utilizan la cabeza para embestir en vez de para pensar», y menos ante la realidad de las elecciones recién celebradas en la Comunidad de Madrid que indican que han cambiado las tornas, ya que el trastazo que se ha llevado Pablo, Pablito, Pablete ha sido de órdago a lo grande. Lo que indica que actuar por negativo, con la soberbia que lo hace el ilustre personaje del moño enhiesto, tiene premio. Pues ha pasado de creerse el rey del mambo a quedar arrumbado al final de la fila. Hasta el punto de que se dice que anda buscando acomodo en la empresa privada para intentar seguir haciendo daño desde allí.
Querer convertir España en un sucedáneo de la Venezuela bolivariana de Nicolás Maduro ha significado un enorme error de apreciación para el ilustre podemita. España es un país viejo que viene de muy lejos y al que se puede engañar durante un tiempo pero es imposible engañarlo durante todo el tiempo. Y conste que no soy de los que creen que la señora Díaz Ayuso ha inventado la pólvora, pero, como bien se ha visto, tampoco le hacía falta, ya que con una dosis normal de sentido común le ha bastado para arrumbar al napoleoncito en cuestión casi a extramuros de la política. Sea como fuere, un Iglesias fuera de la vicepresidencia del Gobierno de España, y pintando menos que chafacharcos en Madrid, no es cosa baladí.
Tildar de fascista a todo el que no piense como él ha llevado al marqués de Galapagar a la vía muerta que conduce al desguace. Y es evidente que creer que los españoles han perdido su reconocida capacidad de reacción -la historia es mater et magistra- suele tener un duro despertar.