Paco Mora

Paco Mora


Los que se forran

25/09/2021

Entre los muchos que se forran con el Covid ocupan un lugar preeminente algunas funerarias, y digo algunas porque no todas deben ser de la misma catadura comercial. En el primer mes de pandemia se te moría un miembro de la familia hospitalizado y no podías despedirlo ni con un apretón de mano. La única noticia que se recibía era un ánfora con sus cenizas, sin garantía de que correspondieran al difunto, aunque el recibo de cerca de cuatro mil euros iba por delante. Aquello fue un desiderátum.
Eso no quiere decir que no hubiera quienes actuaron con honradez, pero entre ellos se colaron en seguida las aves de rapiña de siempre, que revolotean sobre la desgracia ajena para hacer caja. Han pasado casi dos años y las cosas han cambiado algo, pero continua vivo el negocio de la muerte. Los malditos buitres no dudan en pasarse por el arco de triunfo los respetos humanos. Los políticos que viven y se enriquecen con sus cargos deberían poner freno a tales desafueros, en vez de pelearse entre ellos como comadrejas enloquecidas por un día más en el poder. Pero no son solo las funerarias, también en los artículos de primera necesidad han hincado el diente los logreros sin escrúpulos, dispuestos a enriquecerse con la desgracia de los demás, pero eso no les preocupa a nuestros mandatarios. Ni de derechas ni de izquierdas ni mediopensionistas. Solo tratan de aprovechar la ocasión para engordar sus cuentas.
Y el pueblo que encumbra o derriba a los que se enriquecen a costa del presupuesto, tampoco reacciona ni por aquello que le toca tan de cerca como lo arriba referido. Hemos sido y seguimos siendo presa fácil de los carroñeros, que solo aspiran a manejar el fruto de los esfuerzos del pueblo que dicen gobernar por vocación de servicio.

ARCHIVADO EN: Pandemia, COVID-19