Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, recién reelegido para otros cuatro años como presidente del PSOE de dicha comunidad, ha demostrado que ser socialista y aficionado a los toros es perfectamente compatible. Su intención de crear una Secretaría del Área de Cultura, Patrimonio y Tradiciones en la que entre el toreo de pleno derecho, pone de relieve que quienes combaten la tauromaquia desde el seno del PSOE están cometiendo un error político de bulto, cuando no una ilegalidad manifiesta.
Hace años narré para Televisión Castilla- La Mancha un buen número de espectáculos taurinos y en ocasiones tuve al lado a García-Page, que seguía los avatares de la lidia demostrando un notable cocimiento taurino. Por entonces Bono era el presidente del ente autonómico y Emiliano, el vicepresidente. Aquel hombre conocía bien los porqués de lo que veía y lo valoraba en toda su profundidad. Y no por ello era menos socialista, antes al contrario, que muchos de sus compañeros de partido que ahora están empeñados en oficiar de verdugos de la Fiesta Brava.
Sus compañeros que abominan de la Fiesta más nacional por su españolidad, sí que carecen de identidad socialista y la buscan en su fobia contra el toreo. Quienes se sienten socialistas, y saben por qué lo son, no necesitan negarle el pan y la sal a aquello que ni entienden ni son capaces de saborear. Por eso García-Page creará el organismo referido, y su historial político despeja cualquier duda, ya sea necia o mal intencionada, sobre su sinceridad partidaria.
Socialistas como don Ramón Rubial, Enrique Múgica, Fernando Ledesma, María Aurelia Capmany, Alfonso Guerra y muchos otros nunca ocultaron su afición al arte del toreo…