Paco Mora

Paco Mora


Que paren el mundo que me bajo

24/06/2023

Miguel Iceta, ministro de Cultura y Deportes del Gobierno de Pedro Sánchez, no se ha cortado un pelo para reconocer que no le gustan los toros, pero que tampoco es partidario de su prohibición. Para él, el espectáculo taurino es una cuestión de libertad. Como lo es su derecho a marcarse un nada sospechoso bailecico cuando le rota, Arenal de Sevilla y olé, Torre del Oro. ¡Faltaría más! Por defender el derecho del ministro a sus arrebatos bailongos, quien esto firma estaría dispuesto a jugarse, no digo la vida, pero sí un empujón y dos guantazos. A tal señor, tal honor…
Uno, desde su afición irremediable al arte de Cúchares, puede comprender perfectamente que haya quien abomine de la Fiesta de los Toros, y hasta que no esté dispuesto a presenciar una corrida no sólo gratis sino incluso subvencionado. Ca uno es cauno y tiene sus caunás. Hay a quienes no les gusta la caza, y hasta abominan de quienes la practican, aunque luego sean capaces de dar buena cuenta en la mesa de lo que traen los cazadores en el zurrón. Y es que la hipocresía está al alcance de cualquiera y viste mucho parecer distinto, aunque hay que reconocer que una buena pierna de jabalí, bien cocinada, acompañada de sus correspondientes especias y sabores, resulta sin duda muy igualitaria y suele acabar con muchas ideas preconcebidas y enemistades embrionarias. 
Pero en fin, a lo que íbamos… El toro de lidia nació para morir luchando en la plaza y pretender satanizar la Fiesta de los Toros con pueriles y gazmoños argumentos, en una época en la que cuatro o cinco multimillonarios perecen en el fondo de la mar oceana, en busca de los restos del Titanic, es un contrasentido que dice muy poco sobre la madurez de los hombres y mujeres del siglo XXI. Y no digamos nada de la distancia sideral que hay entre la muerte a estoque de un toro bravo por un hombre vestido de luces, y la lluvia de cañonazos que se están intercambiando rusos y ucranianos... Que paren el mundo, que me bajo...