Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


Historias

23/02/2024

Una vez me contaron la historia de un hombre que, noche tras noche, soñaba que viajaba en un tren con destino desconocido. También la de una muchacha que se arrojó desde el piso 86 de un rascacielos, y tras más de 300 metros de caída dejó el que probablemente fuera el cadáver más hermoso del mundo. En una ocasión supe del inquilino de un piso de protección oficial que, de la noche a la mañana, descubrió que los umbrales de su vivienda poseían el poder de teletransportarlo a cualquier lugar del planeta, aunque puede que se tratara sólo de un cuento fantástico. Mucho más verosímil me parece el caso de un tipo que se despertó con una resaca terrible para encontrarse desnudo junto a una mujer a la que apenas recordaba, mientras dos niños pequeños le pedían el desayuno. En una plaza de esta misma ciudad hay un mercadillo que seguramente hayan visitado. Pues bien, allí se instaló una vez un puesto de gafas usadas donde se dice que se vendieron unos anteojos que habían pertenecido al mismísimo John Lennon. He acudido muchas veces a probar suerte, aunque el puesto en cuestión nunca ha regresado. Pero fue allí donde conocí la historia de una chica que había sido secuestrada y violada, lo que le provocaba pesadillas terribles que ningún atrapasueños convencional era capaz de neutralizar, hasta que cierto chamán de una tribu indígena le brindó la solución. En un tono más mundano, corre el rumor de que en Madrid se han puesto de moda los encuentros sexuales con desconocidos en los vagones del metro. También se cuenta la historia de tres adolescentes, alumnas de un colegio privado de la zona Norte, que decidieron adoptar una dieta antropófaga, con consecuencias que ni siquiera pueden imaginar. Estas y otras historias las vamos a evocar esta misma tarde, a las siete, en la biblioteca de los Depósitos del Sol. Si quieren acercarse a conocerlas, serán muy bienvenidos.