¿Cuánto cuesta establecer una verdadera igualdad entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo? Ni siquiera en instituciones públicas como la Diputación de Albacete es un objetivo fácil de alcanzar, y la distancia entre la ambición y la realidad puede ser sorprendente. 

Desde que Santiago Cabañero llegó a la presidencia de la institución, la igualdad ha sido una prioridad absoluta para el equipo de gobierno. Una prueba clara de su importancia fue la aprobación de los primeros planes internos para promoverla en la Corporación.

La tercera versión de este plan se publicó por la Unidad de Igualdad de la institución para suceder al plan actual, que se aplicó entre los años 2020 y 2023. Esta nueva versión contiene una evaluación de los resultados obtenidos durante el anterior mandato local. 

Según se detalle en el citado análisis, en la citada etapa se pudieron poner en marcha el 71% de las medidas previstas, pero sólo se alcanzó el 47% de los objetivos, menos de la mitad de lo previsto en un período de cuatro años.

También se dice que aunque la proporción de hombres y mujeres es casi igual, la plantilla de la Diputación presenta una doble segregación entre ambos sexos, según los perfiles profesionales y la distribución de rangos, es decir, quiénes son los subordinados o los jefes.

Por un lado, «las mujeres están empleadas como ayudantes de cocina, limpiadoras, lavanderas y planchadoras, auxiliares administrativas y auxiliares asistenciales, entre otras», señala el informe sobre el segundo Plan de Igualdad 2020-2023 de la institución provincial en Albacete.

Por el otro, los hombres tienen responsabilidades como «asesores técnicos, controladores, bomberos, mecánicos, conserjes y operarios, así como la mayoría de los puestos de dirección y coordinación», se admite en el documento. 

Esta segregación afecta a otras cuestiones, como la participación de las mujeres en cursos de formación que, a su vez, pueden aumentar sus opciones de promoción en sus carreras profesionales. Sobre esta última cuestión, no se han tomado «medidas específicas para incentivar la promoción de mujeres» por la sencilla razón de que no hubo promociones en cuatro años.

Lo que sí hubo fueron movilidades, y aquí las mujeres (58%) mejoran los datos de los hombres (42%). En cuanto a la contratación, se da la de cal y la de arena. Las mujeres tienen una mayor proporción de contratos indefinidos, «pero hay más mujeres funcionarias en situación  de interinidad».

Sobre la jornada, se aprecia que son mayoría «las mujeres que cuentan con jornadas a tiempo parcial» en la institución.