El presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, ha señalado que la quita de la deuda puede ser buena si se cumplen dos condiciones. La primera es que se cumpla la ley y se condene el 20 por ciento comprometido con Cataluña a todas las comunidades autónomas. La segunda es que se reúna el Consejo de Política Fiscal y que se tenga en cuenta a aquellas comunidades que, como Castilla-La Mancha, están infrafinanciadas por el Estado.
"En estas negociaciones hay cosas que son normales, da igual quien las plantee, porque son de uso cotidiano" ha argumentado el presidente de la Junta, apuntando que quitar la deuda supondrá a Castilla-La Mancha que se perdonen 2.200 millones y evitar el pago de unos 250 millones en intereses. "Es un dinero que no redunda en nada, es dinero a pagar por cosas que ya hemos hecho" y cree que será beneficiosa a todas las autonomías.
Así lo expresó en un acto en el Hospital General de Ciudad Real para inaugurar la compra de varios equipos de tecnología, donde recordó el esfuerzo realizado por la comunidad en estas inversiones sanitarias, pese a recibir menos fondos del Gobierno. En este sentido, García-Page reivindicó que aquellas comunidades que están financiadas por debajo de la media, donde además Castilla-La Mancha incluye a Andalucía, Valencia o Extremadura, se les debe "aligerar la carga de la mochila". En este sentido, el presidente señaló que la financiación de Castilla-La Mancha es del 94,88 por ciento sobre 100, y esto hace que parte de la deuda no sea fruto de la inversión realizada, sino de la falta de apoyo económico del Gobierno central a la comunidad autónoma.
"Hay una parte de la deuda que surge porque no nos queda más remedio al estar menos financiados" y pidió que haya "un entendimiento" en esta materia con el estado, porque puede parecer que quitar el 20 por ciento a todos es bueno, pero "no todos partimos de la misma situación".
García-Page señaló que otra cosa es el resto de aspectos que conforman la negociación del PSOE con los partidos catalanes, como la amnistía, y señaló que la consulta que se va a hacer a las bases socialistas este fin de semana es "una pregunta placebo". "Nos jugamos el principio de igualdad" en estas negociaciones y señaló que le resulta llamativo que haya políticos que, en estos momentos, "tenga capacidad para dejarse humillar", algo que eso va, en su propia dignidad, pero "no se puede humillar al país".