Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


El mes más cruel

31/03/2023

Abril es el mes más cruel porque así lo sentenció T. S. Eliot en el primer verso de La tierra baldía, y no estamos hablando de un poeta de chichinabo, precisamente. Lo que no hizo fue molestarse en explicar su afirmación, aunque puede que abril ejerza su crueldad de un modo distinto en cada caso. Con algunos, en forma de alergias y otros problemas de salud. A otros los condena a que todas las procesiones de Semana Santa pasen por su calle. Y no olvidemos que es en abril cuando empieza la campaña del IRPF, esa herramienta de la que el Estado se vale para financiarse y redistribuir la riqueza, con el resultado de que siempre acabamos pagando los mismos. Este abril, a partir del miércoles, conmemoramos la muerte y resurrección de Cristo, lo que cada año ocurre en una fecha distinta, según los caprichos de la inconstante luna. También recordamos la muerte de Cervantes y Shakespeare, y su perenne resurrección en forma de literatura inmortal. Otra cosa bien distinta es que los políticos y politiquillos se valgan del significado del 23 de abril para demostrarnos cuánto les preocupa la lectura y la cultura en general, al menos hasta que se celebren las elecciones de mayo. Esto se manifiesta en la profusión de lecturas públicas del Quijote (mil lecturas públicas del Quijote no valen lo que una sola lectura privada), en los recitales de esos 41 poetas que conforman el nuevo canon albacetense por decisión municipal (cuyos versos amenizarán en breve la vía pública), en pasacalles y mimos y demás esperpentos, y en actuaciones de cuentacuentos, que son a la literatura lo que las albóndigas de lata a la cocina tradicional. A mí me han pedido que participe en dos actos, pero estoy pensando en rehusar si no me dedican por lo menos una tapa de registro de la Calle Ancha. Realmente, abril es un mes cruel de cojones.