Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Al fresco

03/11/2020

Ahora, en las puertas de los colegios de Albacete, los padres ya no discuten sobre fútbol o política. Desde hace dos meses, lo que los entretiene y enzarza son los purificadores de aire. Y los filtros HEPA, claro. De pronto todos nos hemos convertido en especialistas del asunto y al fresco. Hablamos de ello como si fuéramos ingenieros. Y desde la más supina ignorancia, como en mi caso. Y todo ello abundando en que la Junta de Comunidades se niega a financiar la instalación de dichas máquinas en los centros educativos que gestiona. A pesar de que, gracias a su utilización, se supone que el aire discurriría limpio y sin Covid-19 por las aulas, ahorrando en parte la necesidad de abrir las ventanas, de par en par, causando resfriados -¿y neumonías?- en alumnos y profesores. Los de Page dicen que si queremos estos, ya famosos, aparatos tendremos que ser las familias las que apoquinemos. Al parecer no tienen presupuesto para ello, pero sí para lanzarnos propaganda rubricada por la Junta, con mensajes de móvil y a 70.000 euros el envío. Y van como cuatro. Y algunos los recibimos hasta en tres ocasiones. Multipliquen y verán. También hay miles de euros para esas mascarillas, ilustradas con banderitas, que llegan tardísimo. Además, y para más inri, desde Fuensalida ponen pegas técnicas a la instalación de los artefactos. La caprichosa exigencia de que tengan que ser todas las clases -¡sin excepción!- las que decidan su compra, ya supone que en muchas escuelas no vayan a ser nunca una realidad. Entretanto los grupos de guasap escolares echan humo entre los que están a favor y en contra. Hay un mal rollo ya más patente que latente. Y, mientras, el tiempo pasa; el invierno se nos echa encima y nuestros vástagos sufrirán de nuevo los deméritos de una clase política regional más pendiente de no confundirse con el hidrogel que de otra cosa.