Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Pascal, a los 400

26/06/2023

El año 2023 es un año rico en aniversarios. La semana pasada celebramos el nacimiento de Adam Smith, padre de la Economía. Hoy dedicamos nuestra columna semanal a Blaise Pascal que antes de los 20 años ya había hecho aportaciones significativas a las Matemáticas y la Física, además de idear inventos tan útiles como la «máquina aritmética» (la primera calculadora). 
Su deseo de llegar al fondo de las cosas le invitan a plantearse las cuestiones fundamentales. La ciencia busca mejorar las condiciones de vida del ser humano. ¿Pero qué es el hombre? ¿Qué sentido tiene su vida? ¿Cómo resolver las paradojas que marcan nuestra existencia? Todos los humanos buscamos la felicidad pero no nos caracterizamos precisamente por ella. Todos presumimos de libertad pero cada vez estamos más esclavizados. Estas paradojas no pueden ser afrontadas por el método científico. Tampoco el razonamiento filosófico nos lleva demasiado lejos. Cada filósofo se ve obligado a crear su propio método que aumenta la confusión general. 
En esa encrucijada Pascal da un salto a la dimensión trascendente. Concluye que sólo ella esclarece las paradojas fundamentales del ser humano. Le fascina, en particular, el Dios del cristianismo. Un Padre tan cercano que se encarna en Jesucristo para manifestar la esencia de Dios y del hombre. Amar y ser amado es lo que da sentido y plenitud a la vida humana. La paradoja de la libertad queda resuelta cuando uno descubre que es libre no para hacer lo que le venga en gana sino para escoger lo mejor en cada circunstancia.
La Edad Moderna abrió las puertas a la ciencia y el ateísmo, como si Dios estorbara el desarrollo científico. Blaise Pascal demostró que la fe en Dios es «razonable», confiere un sentido pleno a la vida humana y pone la ciencia al servicio de la humanidad.