Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


Déjame en paz…

15/12/2020

Lidiar con hijos adolescentes hoy en día, y salir de este reto sin cornada, es faena altamente complicada, a la altura épica de torear una corrida en solitario de miuras o victorinos. Son tiempos difíciles para el ejercicio de la patria potestad, también para lograr ese equilibrio que haga del oficio de ser padres aquel ideal del viejo Derecho romano: el bonus pater familias (el buen padre de familia). Es como ejecutar un triple salto mortal con doble tirabuzón y sin red. Sólo hay un verdadero aventurero en la vida: el hombre o la mujer que se embarca en el viaje de tener hijos. Es tal la transcendencia de este acto, es tal la generosidad y la entrega que requiere, que lamentablemente no todo el mundo está a la altura de semejante desafío. Traes a la vida un ser humano con todo el arsenal de conciencia, de dolor y de gloria. Esta decisión es, sin embargo, el mayor ejemplo de libre albedrío. Si para ser camarero necesitas obtener un carné de manipulador de alimentos, para ser padre o madre basta una buena noche (se me entiende). Una vez me llamó un antiguo alumno que había conocido que sería padre y quería preguntarme cómo desligarse de esa responsabilidad. Me acuerdo perfectamente decirle que no se equivocara, que la futura paternidad no funciona como El Corte Inglés donde se admite la devolución de un género y que ese vínculo es ya para toda vida. Javier Urra, uno de nuestros grandes psicólogos, especializado en adolescencia y quien además posee el don de conjugar ciencia y amenidad, ha publicado recientemente un interesantísimo libro que casi da título a esta columna: «Déjame en paz…y dame la paga». En este trabajo, Javier Urra nos invita con su lectura a sustituir por soluciones, las grandes preocupaciones de muchos padres que convivimos con adolescentes, convirtiendo su libro en un manual de sabiduría para entender este ciclo de la vida, que la sociedad gaseosa en la que vivimos ha alargado más allá de la veintena de años. La adolescencia es una carretera de curvas hacia la madurez. Necesitamos un navegador actualizado para no pagar peajes.