Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Desahogarse en las redes

11/03/2021

Que vivimos tiempos complejos nadie lo duda tras un año cercados por la incertidumbre de un futuro que nadie sabe cuándo cambiará de signo, pero con la certeza de que sus secuelas de hoy proseguirán en el próximo mañana. Así es normal que anide la angustia y que cada día suma más y más frustración a la no poca ya acumulada. Toda resistencia tiene un límite y la mantenida frente al virus, el cohabitar con la tremenda situación y la pérdida de la normalidad que un día tuvimos con su consiguiente erosión en libertades y costumbres, nos deteriora moral, física y síquicamente, tanto como sociedad como individualmente. Nos hace estallar, necesitamos desahogarnos y no siempre lo hacemos de la manera más correcta.
Es entendible la necesidad de desahogarse, pero hay formas de hacerlo. Cierto que cualquier chispa puede hacer estallar la tensión que vivimos y que la indignación y la incomprensión ante muchas situaciones o hechos que nos rodean provocan esos estallidos. Pero no los justifican. No son justificables las manifestaciones violentas o esa desobediencia individual que puede tener consecuencias colectivas y también el mal uso de las redes sociales convertido en rasgo peculiar de vivir una pandemia en el siglo XXI. Desahogarse en las redes está siendo la peculiaridad que más diferencia esta pandemia de las sufridas en otras épocas de la historia. Unas redes notablemente infectadas de bulos, mentiras interesadas y disparates de todo tipo, nada ejemplares en una sociedad que está terminando por dar mayor credibilidad al tuit de cualquier descerebrado que a la información contrastada y veraz de un medio de comunicación serio y profesional.