Elena Serrallé

Elena Serrallé


Red Bull en vena

01/02/2023

Hace unos días formé parte de uno de los tribunales delante de los que alumnos del máster de acceso a la abogacía debían exponer sus trabajos de fin de máster. No deja de ser una antesala de lo que les depara su futuro profesional si realmente deciden ejercer tan digna profesión.
Me llamó la atención especialmente una chica que se puso muy nerviosa en su intervención, sufriendo en la defensa de su dictamen, desviando la mirada, con la respiración desacompasada, pero, pese a todo, se mantuvo y lo logró. Lo hizo. Lo consiguió. 
La felicité porque percibí que el trabajo estaba hecho y el esfuerzo realizado, porque, a pesar de que estuvo incómoda en aquella silla que parecía que le clavaba alfileres, me demostró que controlaba el tema que había elegido. Y le transmití mi admiración por aquella gente que se pone nerviosa en determinados momentos. Ponerse nervioso es el piloto que evidencia que lo que vas a realizar te importa y mucho.
El pellizco en el estómago previo a algo que para ti es relevante denota tu implicación, tu compromiso, la inversión de tu tiempo. Lo notas cuando vas a entrar a sala a celebrar un juicio, cuando vas a estrenar una obra de teatro, cuando vas a competir en una prueba deportiva, cuando vas a dar el «sÍ quiero». Es la señal que anuncia que el momento para el que tanto te has preparado ha llegado.
Y es que no somos de madera ni lo pretendemos. Yo, personalmente prefiero a esa gente, a la que está viva, a la que lleva Red Bull en sus venas frente a la que ni siente ni padece y todo le da exactamente igual.

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