Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Remedios virtuales

12/04/2021

La crisis sanitaria y la crisis económica van de la mano. La primera se cura con vacunas. Que yo sepa nadie se ha atrevido a proponer remedios virtuales, digamos una radiación de optimismo. Por el contrario, cada vez ganan más fuerza los remedios virtuales para superar la crisis económica. Subvenciones financiadas con deuda pública colocada en el banco central a un interés cercano a cero. El último eslabón de este remedio virtual es la quita o condonación de la deuda soberana. Los efectos de una quita generalizada de deuda dependen de las circunstancias y de su excepcionalidad. La UE puede permitirse tamañas veleidades pues sus finanzas están saneadas y la buena reputación del BCE le permite sorprender a los mercados. La mejor prueba: con el paso de los años ha aumentado el número de países que aceptan pagos en euros.
La capacidad de sorpresa se pierde pronto; recuperar la buena reputación cuesta décadas. Si las quitas de deuda se practican habitualmente acabarán con el sistema crediticio. Solo quedaría un banco central con la prerrogativa de emitir dinero de obligatoria aceptación. Pero ese dinero (que crece mucho más deprisa que la producción) acabaría por no valer nada. Si el lector alberga alguna duda, pregunte a algún amigo venezolano. 
Conclusión: la situación económica que deja la pandemia es un caso excepcional que requiere medidas excepcionales: subvenciones directas, créditos a un interés mínimo y extensión del vencimiento de la deuda. Estas medidas se han de aplicar con carácter excepcional y orientarse a poner en marcha el sistema productivo. La vacuna de la economía es la inversión y la producción. El crédito será positivo si, y solo si consigue animar a las empresas a producir e invertir. Keynes lo dejó bien claro: «Tú puedes llevar al caballo al abrevadero, pero nada te garantiza que beba».