Elena Serrallé

Elena Serrallé


Arriba el telón robledeño

04/08/2021

Estoy feliz. Quien me conoce un poquito sabe de mis dos pasiones, mi pueblo y mi teatro. Por segundo año no consecutivo (por razones tristemente obvias el año pasado no se pudo celebrar), en Robledo tiene lugar a lo largo de este mes la muestra de teatro aficionado. Las tablas en el albero de la plaza de toros, la ilusión por las calles que me vieron crecer y la cultura servida a domicilio en una zona rural pequeña en cuanto a población y extensión, pero gigantesca en lo que a afición teatral se refiere.
La Galera, grupo organizador y anfitrión con Ginés dejándose la piel, se viste de largo, levanta barbilla e invita a los amantes del teatro aficionado a venir a visitar esta localidad preserrana que acoge a todo aquel que tiene a bien hacer parada en el camino y conocer su entorno, su gente y su carácter afable y hospitalario.
Sí, me siento feliz por actuar en mi tierra. Cuando se juega en casa el aplauso sabe mejor aun a sabiendas de que a los paisanos les pierde el cariño y éste a su vez les hace perder la objetividad. Me siento feliz por apostar por el arte en mi zona, en mi cuna, con los míos, colocando a mi pueblo en el mapa cultural. Las estrellas serán testigos mudos de siete representaciones que evidenciaran que querer es poder, que en los pueblos pequeños se pueden hacer cosas grandes y ésta, queridos lectores, es enorme.
Siempre hago la misma advertencia respecto del teatro y de Robledo, cuidado con probarlos porque enganchan y entonces, amigos míos, estaréis perdidos. Arriba el telón robledeño.