Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Una Constitución con muchas vidas

05/12/2022

Tal día como hoy, hace 44 años, se aprobó la Constitución española (CE) de 1978. Fija los fundamentos de un estado democrático de derecho. En lo político, una monarquía parlamentaria con plena separación de poderes. En lo territorial, estado de las autonomías. En lo personal, unos derechos fundamentales y una economía social de mercado. Durante cuatro largas décadas, la CE ha conseguido estabilizar el poder político, el progreso económico y la convivencia social. Lamentablemente no todos aguantan tantos años de bienestar y tranquilidad.  Desde muy pronto hubo intentos de acabar con el orden constitucional. Aunque difieran en las formas, todos ellos tratan de cambiar las instituciones básicas de la CE sin respetar los cauces establecidos por ella misma.
Febrero de 1981: golpe militar a la antigua usanza. Le falló la adhesión del Rey. Octubre de 2017: golpe con urnas y sonrisas de los partidos políticos que se decían representar a los auténticos catalanes. Le faltó el apoyo internacional que solo vio una pantomima y el de las empresas. El art. 155 de la CE actuó como muro de contención.
Lo que se está cociendo a fuego lento en los últimos cuatro años, es un golpe constitucional bajo. En vez de atreverse a reformar los preceptos que les incomodan, el Gobierno trata de desactivarlos a través de fraudes constitucionales recurrentes. Al paso que vamos, el Gobierno aceptará pronto referendos sobre la independencia de cualquier comunidad autónoma. Se dirá que solo son consultivos y acudirán a votar solo los independentistas. El día que consigan la mayoría de los votos, ¿quién osará oponer el estado de derecho al estado democrático? No lo harán, desde luego, los miembros del Tribunal Constitucional nombrados por el gobierno que autorizó el referéndum. 
CE de 1978, ¡es el momento de demostrar tu fortaleza!