Elena Serrallé

Elena Serrallé


Como si fueras a morir mañana

12/08/2020

Imagina por un momento que recibes el chivatazo de que mañana vas a morir. ¿Frío? ¿Vértigo? ¿Náuseas? ¿Terror? ¿Curiosidad? ¿Ansiedad? ¿Tristeza?
Y después de medio encajar la noticia (si es que eso fuera medianamente posible), la pregunta del millón, ¿qué harías? ¿en qué emplearías tus últimas horas?
El tiempo corre en tu contra, el que dediques a pensar la respuesta se descontará del que te reste para irte para siempre.
Ahora si ¿verdad? Ahora eres consciente de que uno de los bienes más valiosos que poseemos es el tiempo. Ahora, sabedor de tu partida, te gustaría exprimirlo al máximo . Qué paradoja más cruel. Creo que algo inevitable sería cerrar los ojos y echar la vista atrás, hacer un rápido balance de nuestra andadura, un inventario de momentos, los buenos, los mejores, los únicos, los duros, los trágicos, los divertidos, los dulces, los rotos, los solitarios, los didácticos, los gloriosos, en todos estás tú como protagonista insustituible, al fin y al cabo es tu historia, ¿no?
¿A que te sorprende la cantidad de temas pendientes? El cajón de los proyectos lleno hasta reventar, la mochila de conversaciones esperando su turno casi no cierra del peso que soporta, la maleta donde guardas los planes en familia o con amigos también acumula mucho volumen. Queda tanto por hacer en tus días ….y vives en la plena convicción de que tarde o temprano irás tachando tareas pendientes de tu lista ….qué iluso.
Dime, ¿qué harías? 
Yo le pediría perdón a la vida por no haber sabido vivirla.