Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Política industrial post Covid

28/09/2020

El 25 de noviembre de 1962 Cataluña sufrió la mayor catástrofe hidrológica de la historia española. Tras 4 meses sin lluvias, en tres horas cayeron 210 litros por metro cuadrado. Los ríos Besós y Llobregat se desbordaron llevándose por delante las casas y fábricas construidas junto al cauce. Las fábricas del Vallés, epicentro de la industria textil española, desaparecieron de la noche a la mañana. Con la ayuda del Instituto de Crédito Oficial (ICO), los empresarios consiguieron levantar unas fábricas más competitivas. ¡No hay mal que por bien no venga!  
¿Seremos capaces de levantar la industria española tras el COVID-19? En principio, tenemos todo lo necesario. También el dinero, aunque para eso sea preciso urgir a la UE que empiece a entregar los fondos prometidos. Lo primero es elaborar un plan de reindustrialización que permita un salto cualitativo sobre la actual economía excesivamente escorada hacia el turismo y el ladrillo. Los créditos preferentes deberán canalizarse hacia las industrias de mayor valor añadido y demanda potencial. Las empresas de esos sectores conseguirán ventajas competitivas si invierten en las tecnologías más avanzadas. El mantenimiento o crecimiento del empleo debiera ser otra condición para recibir créditos preferentes. Dado que las nuevas tecnologías siempre ahorran trabajo, habrá que buscar nuevos mercados que justifiquen el mayor tamaño de las empresas.
El café para todos es la primera tentación a evitar. La política social puede y debe atender las necesidades perentorias de todas las personas. La política industrial, por definición, ha de ser selectiva. Segundo peligro: que los créditos preferentes y las subvenciones empresariales se perpetúen. Una economía de mercado que necesita respiración asistida no merece tal nombre. www.oscardejuan.blogspot.com.es