Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


'Gran Hermano'

20/11/2023

En 1948, pocos años después de Rebelión en la Granja, George Orwell escribió Gran Hermano (GH). Deseaba advertir de los errores y horrores de una sociedad organizada desde arriba, como la que él defendía años atrás. Una breve descripción de los ministerios de la Nueva Sociedad bastará para apreciar que los peligros anunciados se hacen más reales en la era de internet con un autócrata al frente. 
El Ministerio de la Verdad es el más importante. En la cúspide de una pirámide de 300 metros, el GH trazaba la línea roja que separaba la verdad de la mentira y el bien del mal. Sus funcionarios trabajaban en una neolengua basada en eufemismos y principios contradictorios que les permitirían salir al paso de cualquier denuncia. El Ministerio de Propaganda se encargaba de borrar de la hemeroteca ideas obsoletas y vender las nuevas.
Correspondía al Ministerio de Educación estructurar la mente de los súbditos desde su más tierna infancia. A los niños, como polluelos, se les arrancaba de sus familias para ser instruidos en el manual del GH. Sorprendentemente, los contenidos de este manual iban reduciéndose edición tras edición. «La ignorancia es nuestra fuerza», era uno de los lemas del GH.
El Ministerio de Orden Público consistía en un auténtico escuadrón de espías. Para evitar cualquier retroceso en los ideales revolucionarios, era necesario controlar todo lo que los súbditos decían, escribían y pensaban. El miedo a un enemigo externo era otra estrategia para mantener la obediencia ciega de los súbditos. Al final se descubrió que esos enemigos y esos ataques estaban organizados por el propio GH. 
La economía estaba dirigida por el Ministerio de la Abundancia, cuya función fundamental era atribuir la pobreza a factores externos y convencer a los súbditos que todo lo que comían era un regalo del GH. 
¡Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia!